Nicolas Jenson nació en Francia, por allá el año 1420. Como grabador y tipógrafo, trabajó en Venecia la mayor parte de su vida, que finalizó en 1480, aproximadamente.
Su logro, por el que merece su puesto en este blog, fue el de crear la primera tipo romana para impresión. Este hecho que para muchos puede resultar anecdótico, hizo que pudiesen saltar a la fama algunos alumnos suyos como Garamond o Manutius, lo que no es decir poco.

Adobe Jenson Pro, como no podía ser de otra manera (en su versión Caption)
Cabe destacar que fue un gran maestro pero sin olvidar de quién fue discípulo. Ni más ni menos que del mismísimo Gutenberg; del que aprendió el arte de la fundición de tipos durante su estancia de tres años en Maguncia.
Yendo de aquí para allá, a las órdenes del rey Carlos VII, tuvo que hacer una parada en su camino a causa de la muerte de su señor. Así, y negándose a ser siervo del rey Luis XI, Nicolas topó con la Venecia de los años sesenta, mil cuatrocientos sesenta.
Esta Italia del renacimiento, tan humanista, tuvo que hacer mella en la visión de la tipografía de este personaje. Echando la vista atrás, como dictaban los cánones estético-platónicos de la época, Jenson se inspiró en manuscritos del Imperio Romano para desarrollar su tipografía con serifas. Debido a su localización, la tipografía dio en llamarse “de estilo veneciano”.
Como herencia, sus tipografías fueron legadas a la imprenta de Aldus Manutius. Éste mantuvo el testigo y se ha ido transmitiendo hasta el día de hoy, en el que vemos un gran número de tipografías inspiradas en la creada por este francés del siglo XV.
Hoy por hoy podemos disfrutar del homenaje que han hecho Adobe y Linotype a este gran personaje: la Adobe Jenson Pro.