En ocasiones, al pensar en la tipografía, pensamos que con las letras del alfabeto, y un poco de texto falso, lo tenemos todo hecho. Pero el texto va más allá de la letra, también es el espaciado que esta produce a su alrededor. En próximos artículos hablaremos de los otros tipos de espaciado, el kerning y el tracking. Hoy nos centraremos en el espacio que hay entre la línea inferior de letras de caja baja y la parte superior de las letras de caja alta de la línea siguiente.
El origen del interlineado lo encontramos, como la mayoría de cosas de tipografía, en los tipos móviles de plomo, la imprenta de Gutenberg. En este tipo de impresión se le llama interlínea a la regleta de plomo que se insertaba entre las líneas de texto para espaciarlas. En aquel momento era impensable el interlineado negativo.

Adobe Caslon Pro, 70 pt, interlineado de 84 pt
Normalmente estas regletas eran de uno o dos puntos. En otro momento nos centraremos en las medidas de los tipos, hoy diremos que era difícil medir regletas y tipos cuando los cuerpos son pequeños, cuando debemos medir milésimas de milímetro. Los tipómetros nos ayudarán en esta labor, ya que incluye diversos sistemas métricos.
Cuando el interlineado es del mismo tamaño que el cuerpo de la letra nos encontramos con textos macizos, normalmente difíciles de leer. Aunque encontramos más o menos dificultad dependiendo en gran medida de la altura de la x de la tipografía en cuestión. Por norma general creemos que el interlineado adecuado para una cómoda lectura suele ser un 20% mayor que el cuerpo (que es el interlineado por defecto en la mayoría de programas de autoedición). Es decir, contra mayor es la letra, más espaciado es el interlineado. También nos encontramos con tipos de letra con trazos gruesos, que también requerirían un mayor interlineado. Digamos que el interlineado lo utilizamos para que el texto no se nos aparezca como una mancha demasiado sólida en la página, para evitar que el lector se asuste ante la visión de tanta letra a primera vista. El mejor consejo es probar distintos interlineados en pruebas de impresión y consultar a terceros hasta dar con el espaciado que más cómodo resulte a los ojos del lector objetivo.
No debemos confundir el interlineado con el espaciado visual, que es la distancia desde la línea base de la línea superior con la línea media de abajo.
El interlineado desproporcionadamente grande dificulta la vuelta al margen izquierdo y hace que el lector se pierda, que lea dos veces la misma línea. Por otra parte, si el interlineado es demasiado pequeño, el aspecto resulta agobiante y el lector puede ser que se salte alguna línea. En ambos casos decimos que la legibilidad se ve afectada negativamente, lo que no implica que esto sea lo más adecuado en un diseño concreto.
Como último consejo diremos que cuando la longitud del párrafo es exageradamente corta o larga, es adecuado ampliar más el interlineado para que el lector pueda seguir cómodamente el texto.
A modo de anécdota, diremos que en el diseño de páginas web con hojas de estilo (css), el interlineado viene marcado por la propiedad line-height.

Adobe Caslon Pro, 18 pt, con interlineado de 16 pt y 60 pt
Pues no has cumplido tu regla en esta misma página web.
jajajajjajajajajaja mas de uno no me creera