Muchos, al oír esta palabra, es probable que penséis que este blog de letras se haya tirado a las letras y ahora estemos ante un análisis de esta figura poética tan apreciada durante el romanticismo. Pues nada más alejado de la realidad. Hoy hablaremos de un recurso indispensable para enfrentarnos a las tipografías: el Pangrama.
Para tampoco dejar de lado la etimología, que en el fondo sí que somos de letras, diremos que el término procede de los términos griegos “pan” (todo) y “grafía” (letras). Por lo tanto un pangrama es una frase que utiliza todas las letras del alfabeto.

El pangrama más famoso en inglés, con una «Old London»
¿Qué tiene esto que ver con la tipografía? Pues está claro, sirve para ver toda una familia de tipos en una frase. Ver cómo queda cuando realmente forma palabras, y cuando tiene espacio entre ellas. Supongo que todos conocemos el pangrama más famoso en castellano: “El veloz murciélago hindú comía feliz cardillo y kiwi. La cigüeña tocaba el saxofón detrás del palenque de paja”. Es el pangrama más famoso porque Windows lo utiliza cuando hace una vista previa de nuestras fuentes. Vemos como, además de utilizar todas las letras del alfabeto castellano, añade también las vocales acentuadas.