Como sabemos, cada vez somos más los que tenemos al alcance centenares de familias de tipos digitales. Esto, qué duda cabe, es un arma de doble filo. Al tiempo que permite al menos lego realizar acabados que pasarían por profesionales, también produce el espejismo que parece dotar a todas las voces de un mismo peso. Esto se nos muestra en el maltrecho vocabulario tipográfico de diseñadores y tipógrafos, que no dejan de ver cómo su mundo se diluye en la omnipresente casa de Adobe.
El vocabulario tipográfico: más allá de las palabras
No sólo nos hartamos de ver tipos ilegibles donde se requiere claridad y una profusión cada vez más preocupante de la Comic Sans y la Calibri (que Dios las tenga en su Gloria). También podemos escuchar cosas como “una letra más grande” cuando deberíamos oír “un cuerpo mayor”.
Esto no es un problema, diréis, con razón. Pero tampoco está de más saber que en lugar de “separar las líneas” podemos hablar de “aumentar el interlineado”. Todo esto no es importante. Pero en un artículo comentamos el tema de las fuentes, y me gustaría aclararlo; la introducción ha sido meramente decorativa.
Fuentes vs. Familias de tipos: una distinción necesaria
¿Por qué decimos Fuente y qué deberíamos decir? Aquí debemos remontarnos, como otras veces, a la Edad de Oro de la tipografía francesa, ya sabéis, la Magna Francia de Garamond. En esta época de fundidores era normal que estuviese en boga el término que define directamente el “fundido”: la palabra fonte. Este “fundir” definía al conjunto de caracteres de una familia fundidos de una vez. De ahí se pasó de una manera curiosa, fundidores ingleses mediante, al término font.
A partir de ahí se abrió la veda, y en castellano podemos denominar Fuente a una familia tipográfica. Aunque no debemos olvidar que etimológicamente no tiene ningún sentido. Es pues, gracias a los franceses, a los que debemos que a las Familias de tipos se las llame Fuentes.
Caracteres, glifos y letras
¿Qué es un carácter? Un carácter es cada una de las figuras que forman una familia tipográfica, incluyendo letras, signos de puntuación, glifos, etc. Haciéndolo algo más complejo, diremos que el carácter es la unidad mínima de la escritura de un idioma. Por supuesto, no serían caracteres las tildes, por ejemplo, ya que no son una unidad independiente pues siempre requieren tener otro carácter que las acompañe y les dote de sentido.
El Glifo: un concepto clave en tipografía
Dentro del vocabulario tipográfico, entendemos que un glifo es una representación gráfica de un carácter concreto (o grupo de caracteres) de una tipografía. Como hemos dicho, un glifo puede representar varios caracteres. Esto lo vemos, por ejemplo, con las ligaduras.
Del carácter al glifo: comprendiendo la diferencia
Hasta aquí es probable que no entendemos demasiado la diferencia entre un glifo y un carácter. Vayamos a un ejemplo concreto. El carácter “a” puede ser representado por los glifos “a”, “a”, “a”, “A”… Es decir, un carácter es una unidad textual y un glifo una unidad gráfica.
La letra: unidad básica de la escritura
La letra es cada unidad del alfabeto de un idioma. La letra es un concepto más abstracto, no es una representación, sino que es la idea de la cual surgen todos sus ejemplos concretos. Las letras no son entes físicos, sino que son conceptos arbitrarios ideados por cada sociedad y cada cultura. Cada idioma tiene las suyas, que pueden o no coincidir con las de otros idiomas.
Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta es que pueden existir letras sin escritura. Ya que las letras son conceptos abstractos y arbitrarios, pueden representarse de muchas formas. En algunos casos serán representaciones gráficas, utilizando caracteres (con el glifo que se quiera utilizar). Pero en otros casos tendrán una representación meramente fonética.
Conclusión: La evolución de la tipografía y su impacto
Así pues, primero fue la letra. Mucho tiempo después, la escritura. Y la tipografía, entendiéndola como ahora la entendemos, vino muchísimo tiempo después. Pasados los años, llegó este blog, y os lo explicó todo en esta sección de vocabulario tipográfico. Visto lo aprendido hasta el momento, ya podemos hablar con un poco más de propiedad que ayer de un tema que no deja de ser común en toda comida familiar que se precie: la tipografía.